By: Pablo Javier Piacente

Una nueva investigación ha descubierto que el cerebro es capaz de aprovechar las propiedades estadísticas del mundo para predecir lo que es probable que suceda a continuación, así como de analizar la información y simplificar conjuntos de datos complejos para que podamos gestionarlos con eficacia.

Investigadores de la Association for Psychological Science (APS) de Estados Unidos han descubierto y detallado en un nuevo estudio la acción de una «máquina de predicción» en el cerebro humano, encargada de procesar la información recibida del entorno para anticipar aquello que sucederá más adelante en determinadas situaciones.

De acuerdo a una nota de prensa, el mecanismo cerebral también es capaz de «limpiar» los datos confusos y las estructuras complejas, para que sea posible sobrellevar la realidad del mundo sin perdernos en sus laberintos. La investigación ha sido publicada recientemente en la revista Psychological Science.

Para comprender el proceso, el estudio desarrolla una analogía con la experiencia musical. Cuando una frase musical tiene una cualidad incierta o no resuelta, nuestro cerebro predice automáticamente cómo terminará la melodía: los investigadores sugieren que el cerebro humano considera lo que ha sucedido antes para anticipar lo que viene después, en una cualidad predictiva y anticipatoria que aplica a diferentes estímulos.

Un paso por delante

El cerebro está constantemente un paso por delante y hace coincidir las expectativas con lo que está a punto de suceder. El descubrimiento desafía las suposiciones anteriores en torno a que las frases musicales se sienten terminadas solo después de que ha comenzado la siguiente. En consecuencia, tanto en la apreciación musical como en otros aspectos nuestro cerebro es capaz de anticipar un paso futuro a partir del análisis de la información previa.

En ese sentido, el nuevo estudio comprueba que el cerebro utiliza determinados movimientos musicales como «pistas» para predecir cómo seguirá o concluirá una melodía que no tiene una estructura lógica o evidente y plantea un momento de incertidumbre. Ese mismo mecanismo es utilizado por la «máquina de predicción» del cerebro en otras situaciones o contextos.

Por ejemplo, un proceso similar se lleva a cabo a nivel lingüístico: si una frase musical es una parte de un todo más complejo y extenso, como una canción o una sinfonía, una oración también es un fragmento de una totalidad con cierta coherencia, como puede ser un texto narrativo o informativo. El cerebro también sería capaz de predecir ciertos aspectos de las oraciones que se van encadenando en un texto, ya sea en cuanto a su contenido, estilo o intención.

Alta entropía: el momento de incertidumbre

Los científicos identificaron un momento que denominaron como de «alta entropía», un término que hace referencia al grado de la incertidumbre existente ante un conjunto de mensajes, del cual solamente se conoce una parte. En ese instante de duda, el mecanismo anticipatorio del cerebro se pone en acción, analizando datos previos y cruzándolos con la información que recibe del mundo, para predecir así lo que vendrá.

Para llegar a sus conclusiones, los científicos trabajaron con un grupo de voluntarios haciéndolos escuchar melodías corales de Bach al detalle: analizaron las obras nota por nota, buscando que los participantes identificaran las distintas partes y puedan decir cuáles recordaban y cuáles les parecían más completas y complejas.

Los resultados indicaron que los segmentos musicales con elevada entropía o sensación de incertidumbre fueron catalogados como más completos y ricos: en ellos, el cerebro debía actuar para «anticipar» un próximo movimiento, que no parecía lógico o evidente. Según los investigadores, el descubrimiento de este mecanismo cerebral podría conducir al desarrollo de estrategias psicosociales que mejoren la comunicación entre las personas en múltiples contextos.

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