By: uniandes.edu.co

¿Cómo comprender la relación entre el sistema biológico y las conductas sociales? Expertos en neurociencia responden interrogantes sobre el cerebro y su funcionamiento. …

¿Cómo comprender la relación entre el sistema biológico y las conductas sociales? ¿De qué manera está relación puede vincularse con los procesos sociales y de comportamiento?

Estos son algunos de los interrogantes que pretende aclarar la Neurociencia Social, un área de la medicina basada en “que todo comportamiento de las personas es implementado biológicamente” de acuerdo con, Verónica Akle, directora del Laboratorio de Neurociencias de la Universidad de los Andes. 

Cuando se tienen interacciones sociales se crea una actividad neuronal en el cerebro, lo que indica que existen varias regiones cerebrales que están directamente vinculadas al comportamiento de las personas en sociedad.

Por ejemplo, algunas de esas regiones del cerebro se encargan de procesar diversas emociones como el miedo, el amor, la empatía o el compartir sentimientos con las personas que están a su alrededor. Es lo que los científicos llaman ‘cerebro social’, el tema central en la Semana del Cerebro, organizada por ocho universidades, de la que hizo parte la Universidad de los Andes, y en la que se llevó a cabo la creación de la neurona más grande de Colombia, formada por 100 personas en el parque Simón Bolivar de Bogotá.    

Los científicos indican que es importante conocer más sobre el funcionamiento del cerebro y, por esta razón, expertos en neurociencia resolvieron dudas a los ciudadanos sobre el cerebro y su funcionamiento:

 
¿Un estado de aislamiento como el de la pandemia, puede tener efecto en el cerebro de un niño que se está desarrollando?
 
Responde – Verónica Akle, Ph. D. en Anatomía y Neurobiología.
 
Cuando los humanos están aislados empiezan a tener un deterioro cognitivo que se ve representado en problemas de memoria o en una disminución de las habilidades del pensamiento, esto lo hemos encontrado en algunos estudios realizados durante los últimos dos años, en donde desafortunadamente hemos estado aislados por motivos de la pandemia. 
 
En algunos estudios en animales donde sí se puede hacer este tipo de experimentos, nos damos cuenta que con el encierro prolongado se presentan problemas en el cerebro a nivel morfológico, por ejemplo, la corteza cerebral se ve disminuida en volumen, se vuelve más delgada, haciendo que incluso las conexiones entre diferentes áreas del cerebro empiecen a disminuir. Esto se refleja en la pérdida de habilidades para pensar rápidamente o para responder acertadamente. 
 
Evidencias que se tienen en humanos se encuentran en las instituciones carcelarias, poe ejemplo, en donde las personas son puestas en aislamiento social como castigo. Lo ideal es que el aislamiento no sobrepase las 22 horas, ya que esto puede derivar en consecuencias psicológicas y fisiológicas muy graves en las personas. También en jornadas prolongadas de aislamiento donde ni siquiera se puede hablar con otra persona, aparecen alucinaciones y se distorsiona la realidad. Es por esto que es importante que las personas tengan conexiones sociales y si por alguna razón estamos un poco aislados, debemos buscar herramientas como el teléfono u otros medios que nos ayuden a establecer  este tipo de vínculos.
 
¿Cuáles hábitos podríamos implementar para mejorar el funcionamiento de nuestro cerebro?

Responde – Karina Vargas, Ph. D. en Neurociencias.
 
Todos los días nos enfrentamos a retos intelectuales con nuestro cerebro y para poder enfrentarlos debemos procurar estimular nuestra curiosidad, la creatividad y la memoria. Esto se puede hacer buscando lecturas motivantes qué nos ayuden a querer aprender más y a leer más. Básicamente nuestro cerebro aprende mediante significancias, es decir, si queremos guardar en nuestra memoria a largo plazo algunas de las cosas que recibimos en el día, debemos asegurarnos de que sean significantes y estimulantes para nuestro cerebro.
 
Otro hábito importante y saludable es la actividad física, si hacemos actividad física y ojalá actividad cardiovascular todos los días, mínimo durante 20 minutos diarios, estamos estimulando nuestro cerebro y garantizando no solamente que nuestro cuerpo sea sano, sino también que nuestro cerebro reciba una adecuada oxigenación, lo que ayuda a tener un tejido sano.
 
De igual manera, también es muy importante una alimentación saludable y balanceada ya que el cerebro requiere de cada uno de los nutrientes básicos, por ello debemos asegurar que reciba vitaminas, minerales, proteínas, grasas, carbohidratos en una proporción adecuada, para que el cerebro los pueda asimilar y utilizar para formar nuevas células y mantenerlas.
 
¿Qué aspectos influyen en que una persona sea más propensa a dejarse influenciar por la presión social o por otras personas?

Responde – Carlos Gantiva, Ph. D. en Psicología Clínica y de la Salud.
 
Todas las personas somos muy vulnerables a la presión social, debido a que somos animales ultra sociales, gracias a la cooperación con otras personas hemos logrado evolucionar hasta donde estamos hoy. Nuestro cerebro y nuestra especie, ha evolucionado para darle prioridad a la interacción social con otras personas.
 
De todas maneras, existen personas que son particularmente sensibles a la presión social aquellas por ejemplo que tienen un muy pobre autoconcepto, en dónde las cosas que otras personas digan son necesarias e importantes para construir una imagen de sí mismos. Esto se ve en las personas que tienen un problema de ansiedad o de fobia social producido por el miedo a la evaluación social negativa en sus vidas. 
 
También existen personas que tienen unos rasgos de personalidad evitativa, en donde siempre evitan tener conflictos y prefieren congraciarse o estás de acuerdo con otras personas precisamente para evitar el rechazo o la crítica de los demás.

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